En una ciudad donde las diferencias son evidentes, dos jóvenes, Luisita y Amelia, representan los polos opuestos.
Amelia es una monja dedicada a su fe y comprometida con su comunidad religiosa, mientras que Luisita es un espíritu libre, más inclinada a vivir el momento que a preocuparse por el futuro.
A pesar de sus diferencias, el destino las une de manera inesperada cuando se ven obligados a trabajar juntos en un proyecto.
Al principio, chocan constantemente debido a sus personalidades opuestas y puntos de vista divergentes sobre la vida. Sin embargo, a medida que pasan más tiempo juntas, comienzan a descubrir que tienen más en común de lo que pensaban.
A medida que su relación evoluciona, se dan cuenta de que, aunque son diferentes, se complementan mutuamente de formas que nunca habían imaginado. Juntos, aprenden a aceptar y apreciar las diferencias de la otra, descubriendo que, a veces, los polos opuestos pueden atraerse de la manera más inesperada.
